Capacitan a profesores de natación en primeros auxilios para actuar ante emergencias en piscinas
La enfermera María Espinoza Llerena, acreditada internacionalmente por la American Heart Association (AHA), realizó con éxito una capacitación de primeros auxilios para profesores de natación del club ACR Olympic, destacando la importancia de brindar los Primeros auxilios en caso de alguna emergencia o accidente durante las horas de entrenamiento en la piscina.
Los primeros auxilios son un conjunto de acciones y técnicas que se brindan a la persona afectada, hasta que reciba atención profesional y así evitar que las lesiones empeoren.
Durante la capacitación, María Espinoza compartió algunos puntos clave para abordar las lesiones más frecuentes como las caídas, hemorragias, golpes, pérdida de conciencia, calambres, durante las clases de natación.
También brindó recomendaciones básicas a los profesores para poder brindar los primeros auxilios como: Mantener la serenidad pero actuar con rapidez, asegurarse de que no existe más peligros, cuidar al máximo el manejo del accidentado: no mover hasta que se le estabilice.
Así como empezar por lo más urgente, tranquilizar al accidentado, mantenerlo caliente, ponerlo en postura lateral de seguridad cuando sea necesario (inconsciente), procurar atención médica lo antes posible: avisar, en este caso, a los números de emergencia o SAMU marcando el 106.
También remarcó la importancia de la evaluación rápida para conocer la respuesta de la persona, su respiración y signos vitales.
Por último, recomendó realizar entrenamientos y simulacros regulares para mantener la familiaridad con los procedimientos y mejorar la capacidad de respuesta del equipo.
Aldo Murakami, profesor de natación del Club ACR Olympic, subrayó la relevancia de la capacitación: «La seguridad en el agua sigue siendo nuestra máxima prioridad. La capacitación en primeros auxilios nos ha proporcionado herramientas importantes para garantizar un entorno acuático seguro y protegido para nuestros alumnos».
Esta capacitación no solo ha mejorado la preparación de los instructores, sino que también ha consolidado la confianza de los padres al saber que sus hijos están bajo la supervisión de profesionales altamente capacitados para abordar emergencias cardiovasculares con prontitud y eficacia en el entorno acuático.
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