Mucho antes, 50 años atrás, hubo quienes lucharon no solo en la cancha para defender su derecho a jugar fútbol sin que cuestionen su feminidad. Eran otras épocas, dirían. Pero en ese sacrificio de abrir camino también reposa lo que hoy celebramos con esta notable selección sub 20
Por: Oswaldo Rivasplata
Foto: RPP
A la que uno ve jugar, con esa entrega y denuedo, y el corazón se le estruja. La que viajo a Guayaquil casi en puntitas de pie, y hoy a está a un paso de clasificarnos por primera vez a un Mundial de esa categoría.
A Ana María Sanchez le decían “La Gallardo”. Era veloz como una gacela y decidida en el área de gol. Como “la Sotil” o Raquel Antaygua, o “la Chumpi” Norma Quiñones y “la Cubillas” María Veliz. Todas, parte de una camada de peloteras que amaban tanto el fútbol en una época de machismo extremo que hasta debían disfrazarse para que sus padres no las descubrieran. “En ese tiempo jugarlo era negado para nosotras. Éramos puro coraje y entrega, y amor a la camiseta nacional” me dijo, una vez.