EL ENIGMA DEL VALLE DE VIRÚ”. Olvidado entre cultivos y expansiones agrícolas, se encuentra supuestamente el lugar más antiguo del Perú…guardando enigmas y misterios sin resolver…
Texto y Fotos: M.Sc. Erick Aquino Montoro.
La costa norte del Perú es conocida por la presencia de diferentes asentamientos humanos a lo largo de su historia, y la evidencia son los innumerables restos arqueológicos que se han encontrado. Destacan varios monumentos, pero ninguno de ellos guarda tanto misterio como los restos líticos de “Queneto” o “Keneto”, relacionado con energías ancestrales, cósmicas, portales del tiempo, relatos fantásticos, y lugar recurrente para ritos ocultos, y ceremonias chamánicas.
El Origen
Actualmente no hay un trabajo sostenido de investigación para determinar el origen de este lugar. Los que se han realizado se han concentrado sólo en los restos pétreos visibles, pero no en otros campos. Destacan las investigaciones realizadas por Kroeber (1925), Homet (1935), Bennett (1939), Horkheimer (1944), Larco (1948), Willey (1953), Topic (1983), Asmat (2019), y el texto: “Cultura Virú” del Dr. Segundo Rodríguez Salvatierra. (2010).
El nombre de Queneto es un misterio. Los pocos que lo han estudiado no lo relacionan directamente con algún vocablo o palabra de los antiguos dialectos o idiomas hablados en el lugar; sin embargo, algunos teóricos afirman que correspondería a las formas rúnicas “Ke-Ka” y “Neth-Neto-Noth”. Así, Queneto podría provenir de la tradición arkhanen como una de las ciudades de la Tercera Edad o Edad de la Tercera Luna, ¿pero… cómo es posible …? Si fuera cierto, se estima que es una tradición de más de 3 mil años, lo que convertiría a Queneto en el asentamiento humano más antiguo de américa.
Ubicación
El sitio arqueológico de Queneto se ubica en el Centro Poblado de San Juan, en el Valle de Virú. Para llegar debe tomarse los colectivos o combis desde la Panamericana Norte, conocido como Puente Virú, y llegar hasta el denominado Virú Pueblo.
Luego en Virú Pueblo debe caminar en dirección al mercado local, hasta los paraderos de vehículos que van hasta Huacapongo, pero debe bajarse en el Caserío de San Juan, para de allí caminar hacia la izquierda por unos 20 minutos a través de las viviendas y áreas de cultivo. Llegando a la quebrada, siguiendo los letreros se debe caminar cerca de 30 minutos hasta llegar al sitio arqueológico.
Los Vestigios
Para llegar se debe seguir el camino trazado en el lugar. Al ir internándose observará la flora característica del lugar e irán apareciendo piedras de diferentes tamaños.
El primer vestigio visible a pesar del tiempo es el “camino pre-hispánico de piedras”, que conecta con el Alto de las Guitarras en Quirihuac, y que sería parte de una red de caminos que se construyeron en los ámbitos del Valle de Virú, para establecer conexiones e intercambio entre los pueblos de la costa y de la sierra.
El segundo vestigio, en orden de aparición ante nuestros ojos es la plazoleta principal. Este lugar estaría ligado a la observación solar y lunar, mediante el uso de “huancas”, “menhires”, o piedras paradas que permitían marcar los equinoccios y solsticios, para programar sus actividades económicas, sociales y políticas dentro de un ciclo ritual programado y estructurado anualmente. Es importante señalar que las huancas también están relacionadas con cultos a la fertilidad.
Se observan dos plazas. Una principal, y otra pequeña con algunas huancas alineadas geométricamente. Junto a ellas se observan los contornos o muros de piedra, donde algunos están en buen estado y otros se encuentran caídos por el paso del tiempo. A este conjunto de construcciones también lo consideran como “territorialidad sagrada”, que en su definición se hace referencia al espacio concebido ritualmente, ligado a sus cosmovisiones y religiosidad, por las poblaciones que allí se situaron.
Continuando la caminata, y siguiendo el camino pre hispánico se llega al espacio más enigmático: los petroglifos, que se encuentran dispersos en el área. Constituyen manifestaciones del arte rupestre, y las piedras tienen grabados geométricos y antropomórficos. Se dice que tendrían representaciones rúnicas, nórdicas, y un sinfín de interpretaciones que ameritarían recurrir a expertos en arqueo astronomía.
Los Misterios
Los lugareños temen ir a Queneto. Cuentan que años atrás desaparecieron personas. Algunos aseguran haber visto objetos voladores no identificados en las cercanías del lugar. Que aparecen remolinos extraños. Algunos hablan de la energía que emana el lugar, incluso los más creyentes hablan de un portal del tiempo oculto entre los restos.
Podría ser especulación, pero lo cierto es que a la fecha junto al monolito de la plaza principal se encuentran objetos, restos u ofrendas que evidencian la celebración de rituales chamánicos. Según nos contaron, algunos de ellos se realizan para que las mujeres sean fértiles, y en otros casos, para que los varones obtengan más virilidad.
Lo cierto es que el lugar necesita de investigación, y protección. Es un lugar frágil producto de los agentes naturales, y las huancas pueden caerse en cualquier momento y perder su ubicación original. Las piedras también se deterioran al contacto con líquidos, brebajes y objetos que son usados como ofrendas a la huanca. Es por ello que Queneto necesita de la atención urgente para su conservación e investigación, y no perder el valor sociocultural que le asignaron los antiguos pobladores de este lugar.
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