10° FECIT ilumina Trujillo con proyecciones y debate crucial sobre legislación laboral cinematográfica
Por: Esther Acaro
El Festival de Cine de Trujillo (FECIT) se realizó este año del 16 al 21 de octubre, destacando no solo la magia del séptimo arte, sino también abordando las nuevas propuestas legislativas laborales que impactarán al sector cinematográfico. En el marco de este evento, se llevó a cabo un conversatorio especial con Diana Solís, Secretaria General del Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores Audiovisuales y Cinematográficos del Perú.
En su décima edición, el FECIT se erige como faro cultural en Trujillo, ofreciendo una experiencia cinematográfica única que va más allá de la pantalla. Este año, el festival no solo proyectó lo mejor del cine nacional e internacional, sino que también se sumergió en las aguas profundas de la legislación laboral cinematográfica, un tema crucial que afecta a todos los involucrados en la creación audiovisual.
Uno de los momentos más esperados fue el conversatorio con Diana Solís, reconocida por su labor como Secretaria General del Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores Audiovisuales y Cinematográficos del Perú. Solís, con su vasta experiencia en el campo, abordó nuevas propuestas legislativas que buscan mejorar las condiciones laborales en la industria cinematográfica peruana.
El debate se centró en cuestiones fundamentales como la protección de los derechos de los trabajadores del cine, la equidad de género en el sector y la búsqueda de un marco legal que promueva un ambiente laboral justo y sostenible. La participación activa del público será bienvenida, ya que se busca fomentar un diálogo inclusivo que refleje las diversas voces y perspectivas dentro de la industria.
El 10° FECIT no sólo iluminará las pantallas de Trujillo con producciones cinematográficas de alta calidad, sino que también arrojará luz sobre un aspecto esencial pero a menudo pasado por alto: las condiciones laborales de aquellos que dan vida a las historias que vemos en la gran pantalla. Este festival no solo celebra el arte cinematográfico, sino que también se convierte en un espacio vital para la reflexión y el cambio en la industria del cine.